Hermanos en el tiempo

Esculpir el tiempo. Además de servir para el título del libro de Andrei Tarkovsky, esa es la idea recurrente en uno de los ensayos del volumen: una buena película logra esculpir, no el movimiento – lo que se ve en la pantalla- sino el perpetuo discurrir de los minutos -lo invisible.

Mucho antes de que esta rara disciplina de la escultura fuese inventada en la Francia del fin de siecle, el hombre llevaba milenios pintando el tiempo:  para darle forma, colores y expresión fue inventada la música. El cine es un hermano muy pequeño de la música. Muy querido, también.

Pertenecen, música y cine a aquella familia de las artes cuyo medio natural de la experiencia es el devenir. Las películas, las sinfonías, los conciertos suceden, pasan, se escapan, como las cenizas de la diva arrastradas sobre la cubierta por la brisa del mar, como la canción irlandesa escuchada desde el rellano de la escalera.

Y esta relación de familia se ha dejado notar; una vez superada la etapa muda, el cine fue seducido por el embrujo de la música: en inolvidables bandas sonoras originales, compuestas con genio y maestría, en un género entero, ese que enhebra la historia mediante canciones y secuencias de baile, el musical; en muchas películas de músicos, célebres, imaginarios o desconocidos, en miles de secuencias gobernadas por la fuerza expresiva que alumbra el demonio burlón de las notas,

Así que es difícil escoger ocho películas por la música. Lo hemos intentado. Y aquí están en este 2023.

Get Back

PETER JACKSON (2021)

Recibir 55 horas de metraje y 140 horas de audio sobre las sesiones de grabación de los dos grandes últimos discos de los Beatles (tu banda favorita de todos los tiempos) “Let It Be” y “Abbey Road”, es un encargo/regalo que le hicieron a Peter Jackson para que, en connivencia con Paul McCartney, Ringo Star, Yoko Ono y Olivia Harrison, dibujara un retrato documental mostrando como nunca en una especie de retro-reality el mundo Beatle como jamás lo habíamos visto antes. Las largas sesiones de local de ensayo, la sombra de la disolución, la orfandad por la reciente muerte de su manager Brian Epstein, el rol de cada uno en la banda de rock más grande de todos los tiempos, las distintas y extravagantes ideas de cada uno sobre el lugar en el que deberían volver a tocar en directo tantos años después y la desmitificación de tantos clichés sobre la buena y a la vez frágil relación que aún les unía en sus últimos tiempos. Sí, Yoko, no pintabas nada ahí.

Cantando bajo la lluvia

Gene Kelly y Stanley Donen (1952)

El musical de los musicales. Con números prodigiosos, desde el que le da título a la película hasta “Moses” – que llevó al hospital a Donald O’Connor al finalizar el rodaje-. Y haciendo eso que llaman metacine, narrando el paso del mudo al sonoro. La dirección fue un gran dúo: Gene Kelly (además, protagonista) y Stanley Donen, dos genios e íntimos amigos desde que coincidieron en Broadway como bailarines, y cuya amistad sobrevivió a todo, incluso al éxito.

Once

JOHN CARNEY (2007)

Una vuelta de tuerca de cómo hacer un musical cámara al hombro y sin artificios donde la historia no se cuenta a través de las canciones si no que las canciones son un personaje más de la película. Toda la banda sonora de esta pequeña gran obra se interpreta en directo durante el metraje y acabó conformando en su día uno de los discos considerados mejores del año por la crítica más exigente. La música considerada “indie” tomó la gala de los Oscars casi por única vez y “Falling Slowly” ganó la estatuilla a la mejor canción en la ceremonia de 2008. Chico conoce a chica. Él ayuda a su solitario padre a arreglar aspiradoras y ella vende flores en las calles del centro de Dublín. Dos talentos a punto de estallar se cruzan en una preciosa historia mínima y conmovedora.

Azul

Krzysztof Kieslowski (1993)

Es Azul, la obra musical que componen los personajes es al mismo tiempo la banda sonora de la película. La música, como un personaje más, está enhebrada en el guión y tiene no poco papel en la dura y hermosa historia de la protagonista, Julie. No es cualquier música la composición de Zbigniew Preisner. Película de asombrosa calidad en la dirección es la primera de la trilogía sobre los tres colores de la bandera francesa, el último trabajo del director polaco. Juliette Binoche fue nominada al Oscar como mejor actriz, pese a ser una película francesa.

Una noche en la ópera

Sam Wood (1935)

Cuentan que Irving Thalberg, el productor de esta película -el último magnate de Elia kazan- interrumpía a menudo las sesiones preparatorias con los Hermanos Marx en su lujoso despacho para atender otros compromisos de la atareada existencia. Un día, al volver al despacho se encontró a los tres hermanos Marx desnudos asando patatas en la chimenea. Se comió una. Este era el ambiente, para pesar del director Sam Wood, un tipo más bien serio. La segunda obra maestra protagonizada por los Hermanos Marx significó su desembarco en la Metro-Goldwyn-Mayer. El Trovador, la ópera de Verdi basada en la obra de Antonio García Gutierrez, de fondo.

The rocky horror picture show

Jim Sharman (1975)

La celebración de lo freak, el musical del underground. Tuvo un presupuesto nimio y, como toda gran película de culto, fue un fracaso en taquilla. El cine de terror de serie B sobrevuela todo el metraje, y el glam, y lo que ahora llamamos queer. Una jovencísima Susan Sarandon mezclada con un Tim Curry que nunca estuvo mejor. Casi 50 años después siguen haciendo falta las fiestas excesivas, orgiásticas, libres. Y esta lo es.

Ensayo de orquesta

Federico Fellini (1979)

Dos son las películas de la última parte de la obra de Fellini que tienen a la música como nervio argumental. Y la nave va se acerca al mundo de la ópera. Ensayo de orquesta a una orquesta. El título de esta breve película es descriptivo mas, como sucede en el mundo del director, insuficiente para entenderla y alcanzar su perspectiva simbólica. El ensayo de orquesta se transformará sutilmente en otra cosa, con ecos del 68. La música que ensaya la orquesta es original de Nino Rota y fue la última que el genial compositor italiano pudo ver estrenada.

El moderno Sherlock Holmes

Buster Keaton (1924)

«El moderno Sherlock Holmes» es una película muda de comedia protagonizada por el genio cómico Buster Keaton, estrenada en el año 1924. En ella, Keaton interpreta a un detective privado conocido como «Sherlock Jr.» quien, a través de una serie de malentendidos y coincidencias, se ve involucrado en un caso de robo de joyas.

Con su icónico sombrero de cazador, su lupa y su inteligencia deductiva, Keaton hace gala de su habilidad para el slapstick y la acrobacia en escenas llenas de acción y humor. La película es considerada una obra maestra del cine mudo y es reconocida como una de las mejores interpretaciones de Keaton.

Con «El moderno Sherlock Holmes», Keaton se consagró como uno de los grandes nombres del cine cómico y sentó las bases para las películas de detectives y thrillers cómicos que vendrían después. Hoy en día, la película sigue siendo un ejemplo de cómo la comedia y el ingenio pueden convivir en una trama emocionante y llena de suspense.

Si eres fanático de la comedia clásica y del cine mudo, no puedes perderte «El moderno Sherlock Holmes» de Buster Keaton. ¡Te garantizamos que te hará reír y te mantendrá en vilo hasta el final!

En un año en el que el cine enmarca su relevancia junto a la música, no podría faltar nuestra dosis habitual de cine mudo con música del maestro Ricardo Casas al piano.